Historia del Colegio
En el tiempo en que Nazaret llega a Los Realejos regía la Parroquia de Santiago Apóstol de la Villa del Realejo Alto, el sacerdote don Carlos Delgado. Acabada la Guerra Civil, en el año 1939, el Ayuntamiento quería construir un colegio de segunda enseñanza, no de religiosas, pero viendo el fracaso de otras escuelas de segunda enseñanza de La Orotava y Puerto de la Cruz, y conociendo además que los centros de religiosas eran más baratos, se consolidó la idea de fundar un colegio dirigido por religiosas . El promotor fue el mismo Alcalde de la población, Miguel Cedrés Borges, ayudado por las señoras, María Pestano y Elvira Rodríguez que prestaron su colaboración moral y económica.


Se explica que una comisión encabezada por el Alcalde, y el Párroco del Realejo Alto, Don Carlos Delgado, decide acercarse al Obispo de Tenerife para pedir la presencia de una comunidad religiosa también en esta población. Pero no sólo hacen la petición al obispo sino que se desplazan a Güímar para pedirlo directamente a las religiosas que allí ya estaban establecidas desde 1937 y de las que se tenían muy buenas referencias. En un principio las religiosas se instalaron en una casa alquilada. Finalmente, el edificio fue comprado por el Ayuntamiento del Realejo Alto gracias a los fondos obtenidos de la venta a Lorenzo Machado y Méndez de Lugo, general del Ejército, de una acción de una galería de agua perteneciente al Consistorio y un préstamo solicitado a la Caja General de Ahorros.
En el proceso también colaboró el Cabildo Insular de Tenerife y la Federación Ruiz Andión, entidad benéfica creada en 1925. Por aquel entonces, la Congregación ya llevaba cuatro años en las Islas y, aunque ciertamente no tenía personal, hizo el esfuerzo. Las religiosas que formaron la primera comunidad fueron M. Carmen Alujas como Superiora, María Montserrat Artigas como secretaria, María Isabel Roca como portera, María Candelaria García que estaría al frente de la cocina. Desde el principio hubo que afrontar problemas económicos, habituales en la época de posguerra, además de ciertas rivalidades entre los dos municipios vecinos, el Realejo Alto y el Realejo Bajo. El colegio se situaba en el Alto, el municipio del cual creó una fundación para la creación del centro. Ya desde el primer momento, cuando el colegio abre sus puertas, hay treinta alumnas.Nazaret nació como una escuela privada, en la cual las alumnas debían pagar sus estudios; parece ser que la cuota inicial fue de cuatro o cinco pesetas. Pero también debe recordarse que había otros colegios, Nacionales, en el Realejo Alto. Además existía la Fundación Ruiz Andión que concedió treinta becas para las niñas más pobres del pueblo. La Fundación Ruiz Andión era una entidad benéfica que se había creado en el año 1925 con el nombre de Fundación de Abintestato de don Juan Ruiz Andión y cuya finalidad era contribuir a elevar la cultura de los hijos más necesitados del pueblo. Si bien ayudó mucho a un grupo de escolares, a partir de 1957 sólo se podrá becar una alumna al año porque las concesiones serán menores; normalmente se otorgaba a alumnas que cursaban el bachiller y que más tarde pasaban al magisterio.


Cuando el centro inició su trabajo en 1941, sólo se impartía cultura general» . En 1943 surgieron algunas dificultades porque las obras se realizan con mucha lentitud, debido a la dificultad de conseguir materiales en España, pero a pesar de ello la obra prosiguió. Desde el año, 1947, el centro dispondrá de segunda enseñanza. Las alumnas se examinaban en el Instituto de Santa Cruz y en el Conservatorio de música, respectivamente. Ciertamente, una de las características de estas tierras es el cultivo y amor por la música, tanto a través de los instrumentos de cuerda y piano, como la participación en bandas, corales o tunas, por ello el colegio fomentó desde sus inicios el aprendizaje de la música. Además, también se participaba y colaboraba activamente con la vida parroquial.
En 1948 se tiene constancia de la creación de una «Cofradía con el título Congregación Mariana de Hijas de María Inmaculada con el fin de promover entre las alumnas el culto a la Santísima Virgen María en el misterio de su Concepción Inmaculada, y fomentar la caridad entre las alumnas y exalumnas del mencionado colegio (…) Erigimos una Cofradía con el título de Congregación Mariana de Hijas de María Inmaculada en la Capilla del Colegio de R.R. Hijas de la Santa Casa de Nazareth…» El colegio recibió la autorización el día 29 de abril de 1950, a pesar que desde la reunión de Consejo Local del 4 de marzo de 1948, la comunidad religiosa comenta la necesidad de realizar los trámites necesarios para legalizar convenientemente el colegio. Ya en a partir de 1971 con la nueva ley de Educación se pasó a la EGB, hecho que obligó a nuevas construcciones costeadas por al comunidad de Nazaret.


Con fecha de 5 de diciembre de 1982 aparece inscrita en el registro de Entidades Religiosas de la Dirección general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia . Nazaret en los Realejos ha estado sujeto a sucesivas obras de ampliación y reestructuración exigidas por el crecimiento del colegio que acogía alumnas de distinta procedencia, de tal forma que incluso había servicio de transporte escolar con autobús propio que facilitara la asistencia de más de doscientas alumnas que accedían al colegio gracias a este servicio. El servicio de guagua para facilitar el acceso al colegio de alumnos de los municipios colindantes sigue ofreciéndose actualmente aunque el autobús ya no es de propiedad. Con fecha de 16 de mayo de 1974, el Consejo General autoriza la construcción de nuevas aulas en terrenos del propio colegio, ahora bien se pide se estudien las condiciones urbanísticas del terreno.
En 1977, siendo superiora M. Inmaculada Catena, se solicita la construcción de seis aulas y el campo de deportes en la zona del patio situado en la parte posterior. El motivo es el reconocimiento definitivo para impartir las enseñanzas de EGB por parte del M.E.C., según se figura en el documento con fecha de 27 de febrero de 1976 . Ahora bien, antes de iniciar las obras, el Ayuntamiento, propietario del inmueble, va a tener que aprobar por escrito el proyecto presentado; después del estudio pertinente, la aprobación será concedida con fecha de 8 de agosto de 1977 . En 1990, Nazaret tiene la aprobación de una aula más de preescolar, es decir, cuenta con tres de preescolar y ocho de EGB.siendo superiora M. Consuelo Corredera se solicita estudiar la posibilidad de construir un nuevo pabellón de una superficie aproximada de 525 metros cuadrados


para disponer de los espacios adecuados que permitan impartir la educación Secundaria Obligatoria. Primero, y tras el estudio de la zona a urbanizar y la realización de los planos, se autoriza la compra de un terreno ubicado al lado del colegio y que estaba en venta. Posteriormente, meses más tarde, el Consejo General autoriza la ampliación del Colegio con la construcción de un nuevo edificio situado al lado del colegio. Finalmente, siendo superiora M Pilar Hernández, vencidas muchas dificultades, se pudo adquirir el terreno colindante al Colegio en la Calle del Llano y se edificó el nuevo edificio diseñado por los arquitectos Matosas y Alarcón que alberga las aulas de Educación Infantil en la planta baja y la ESO en las tres plantas, comunicado además con el resto del Colegio. Se restaura asimismo la primera casa, vivienda de las religiosas, una bonita casa canaria, con suelos y techos de tea alrededor
de un pequeño patio. Entre los actos de la celebración de las Bodas de oro, debemos señalar está la concesión al colegio de la medalla de oro de la Villa, en el Salón de sesiones de las Casas Consistoriales. El Alcalde, don José Vicente González Hernández, también exalumno del colegio, hizo entrega de la medalla a M. Cecília Cortacans en representación de M. Eulàlia Buixens, superiora general Citemos algunas de las palabras del discurso pronunciado por M Cecília Cortacans:
«durante cincuenta años, este pueblo nos ha confiado lo mejor que tiene, sus hijos, y la Congregación ha puesto todo su empeño en educar personas de recio criterio, honrado sentir y buen hacer. La medalla que la Congregación recibe de manos este Ayuntamiento es la satisfacción de ver que el Colegio está vivo en el Corazón del pueblo».
